En medio de las frondosas selvas de la adversidad, donde muchos ven solo oscuridad y desesperanza, existe una especie en peligro de extinción que se niega a ser engullida por el pesimismo. Esta especie es el empresario optimista, una figura resiliente y poderosa, cuya presencia es especialmente notoria en un territorio enigmático y desafiante: Venezuela. ¿Cómo puede sobrevivir, y más aún, prosperar en semejantes circunstancias? ¿Acaso es la inocencia de un soñador o la fortaleza de un luchador lo que impulsa esta fuerza imparable?
Prepárate para descubrir el inspirador y transformador poder del optimismo en el mundo empresarial venezolano, y cómo este enfoque puede ser el faro que ilumina el camino hacia el éxito. Ven, sumérgete en esta fascinante odisea de valentía, resiliencia y triunfo.
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¿Qué es ser optimista?
El concepto de ser optimista encuentra su origen en la doctrina del optimismo filosófico de Gottfried Leibniz, un pensador alemán. Leibniz sostenía que «vivimos en el mejor de los mundos posibles», una idea que fue ampliamente difundida y caricaturizada por Voltaire en su novela «Cándido o el optimismo».
El término optimismo proviene del latín «optimus», que significa «muy bueno». Ser una persona optimista implica tener una actitud que nos impulsa a ver todo lo que nos sucede, incluso si es negativo, desde una perspectiva positiva. Esto nos permite enfrentar los desafíos con energía y perseverancia.
Más allá de las discusiones filosóficas y metafísicas sobre el optimismo, en Venezuela debemos esforzarnos por ser optimistas en nuestra vida cotidiana, en el ámbito laboral y con nuestra familia. Ser optimista es la única forma de buscar un futuro mejor para nuestro país.
¿El optimismo funciona a su favor?
Aunque tiendas a enfocarte en lo negativo, el «optimismo realista» puede funcionar incluso en Venezuela. El optimismo realista no consiste simplemente en esperar lo mejor y confiar en que las cosas salgan bien. Tampoco implica abandonarse a la suerte y esperar lo peor. Por el contrario, implica observar el panorama general, reconociendo tanto lo bueno como lo malo. Luego, tomas decisiones basadas en la realidad:
• Decides qué es realista esperar.
• Decides qué puedes hacer para que las cosas salgan lo mejor posible.
• Optas por enfocarte en las cosas positivas y en tus fortalezas a medida que avanzas.
Por ejemplo, supongamos que te someterás a una cirugía de rodilla. En lugar de permitir que el miedo o la desesperanza se apoderen de ti, puedes optar por ser optimista acerca de tu recuperación. Imagina cómo te gustaría sentirte 6 o 12 meses después de la cirugía: fuerte y activo. Visualiza lo que te gustaría estar haciendo y cómo te gustaría moverte. Mantén estas imágenes positivas y llenas de esperanza en tu mente.
Una actitud positiva también puede ayudarte a mantener un estado de ánimo positivo, lo cual puede contribuir a la sanación; sin embargo, el optimismo por sí solo no es suficiente para una buena recuperación. Es importante que sepas qué hacer, como seguir los ejercicios de fisioterapia y tener precauciones. Si necesitas apoyo o consejos, puedes planificar con anticipación con las personas adecuadas antes de la cirugía.
Al practicar el optimismo, recuerda mantener una mentalidad flexible. Anticípate a los cambios y estate preparado para adaptarte a ellos.
¿Cómo puedes mejorar tu optimismo?
Para que un líder pueda ser optimista en la empresa en Venezuela, es importante cambiar algunos malos hábitos que condicionan nuestros patrones mentales. Esto requiere un autoexamen profundo y reconsiderar nuestra forma de responder al día a día y a los momentos de estrés.
Aquí te presento cinco consejos para fomentar el optimismo como líder en la empresa:
1. Reflexiona sobre lo positivo al final del día: Antes de ir a dormir, dedica un momento a buscar aspectos positivos de tu día, incluso si ha sido difícil. Mirar las cosas desde una perspectiva diferente ayudará a cultivar el pensamiento optimista en tu liderazgo empresarial.
2. Cultiva la gratitud: Para fomentar el optimismo, practica constantemente el agradecimiento en tu mente. Algunas personas escriben en un diario las razones por las que se sienten agradecidas, lo cual es un ejercicio beneficioso para fortalecer el pensamiento optimista. Además, estimula la cultura del feedback positivo, reconociendo lo que las personas hacen bien antes de abordar áreas de mejora desde la empatía.
3. Demuestra interés por tus compañeros y colaboradores: Todos enfrentamos situaciones personales únicas, especialmente ahora que muchos trabajamos desde casa. Ser empático y mostrar cordialidad contribuye significativamente al ambiente laboral de la organización. Un líder optimista siempre brinda aliento a los demás.
4. Sé portador de buenas noticias: Es importante esforzarnos por compartir buenas noticias, celebrar nuestros logros, incluso los más pequeños, y animar a los demás. A veces, una palabra de aliento puede ser más reconfortante que cualquier otra cosa, ya que demuestra que el esfuerzo está dando frutos.
5. Inspira a los demás: El poder del optimismo es contagioso. Los líderes optimistas saben que predicar con el ejemplo y reconocer sus propias equivocaciones es fundamental. Conectar desde la vulnerabilidad y demostrar coherencia con los valores compartidos ayuda a inspirar a los demás.
Al seguir estos consejos, podrás fomentar el optimismo en la empresa y ser un líder que motive y guíe a su equipo hacia un futuro prometedor en Venezuela.
¿Cómo practicar el optimismo?
Cuando te encuentres teniendo problemas con pensamientos negativos, anticipando lo peor o sintiéndote impotente, prueba alguno de estos ejercicios durante unos días:
• Enfócate en lo positivo: Anota tres cosas que hayan salido bien el día anterior. Pueden ser grandes logros, como un aumento de salario, o cosas pequeñas, como una llamada con un viejo amigo. Describe la razón de cada evento y reconoce tu parte en él, como «realicé esa llamada telefónica que había estado posponiendo».
• Practica la gratitud: Anota tres cosas en tu vida por las que estés agradecido. Este enfoque en lo que enriquece tu vida te ayudará a mantener pensamientos y sentimientos más positivos.
• Enfócate en los beneficios: Piensa en un evento negativo reciente o pasado. Escríbelo. Ahora, piensa en algo positivo que haya resultado o podría resultar de esa situación. Anótalo. Para resaltar el pensamiento positivo, utiliza una letra cursiva más grande o tu color favorito.
• Visualiza el futuro: Imagínate haciendo algo que te haga sentir bien. Espera que ocurran cosas buenas en tu vida.
• Encuentra fortaleza: Cuando lo necesites, busca apoyo en los demás o en tu fe para encontrar más fuerza. Repítete a ti mismo con frecuencia: «Soy fuerte».
Estos ejercicios te ayudarán a combatir los pensamientos negativos y cultivar una mentalidad más optimista en Venezuela. Recuerda practicarlos regularmente para fortalecer tu bienestar emocional y enfrentar los desafíos con una actitud positiva.
Concéntrate en soluciones, no en quejas
En la industria de la tecnología, el cambio es algo constante. Especialmente en los servicios de tecnología de la información y la nube, evolucionan más rápido que en muchas otras industrias, como los servicios financieros o de atención médica. Lo que realmente importa es cómo los equipos responden a todos estos cambios, muchos de los cuales están fuera de su control.
No queremos equipos que se quejen constantemente sin razón. Los optimistas también pueden quejarse a veces, pero dentro de esas quejas hay un enfoque en encontrar soluciones, colaborar y hacer sugerencias. Un equipo debe trabajar para identificar y resolver los problemas en lugar de simplemente desahogarse.
En el entorno laboral, ¿cómo se logra esta mentalidad de solución? Por ejemplo, si un cliente presenta una queja, en lugar de responder a la defensiva, un optimista la ve como una oportunidad. Tal vez el cliente esté operando con información errónea o desactualizada. O tal vez la queja señale un problema real con el producto. Si escuchas al cliente y trabajas para abordar y resolver su problema, ganarás su lealtad a largo plazo. La satisfacción del cliente será mayor que si nunca hubieran expresado su queja. Un cliente que se queja no es necesariamente negativo; lo preocupante es cuando un cliente se va sin hacer ningún comentario.
De manera similar, si un socio tecnológico cambia los precios o el contrato, el equipo optimista se pregunta: «¿Cómo podemos adaptarnos a este cambio y seguir brindando un buen servicio a nuestros clientes?». El equipo puede ayudar a los clientes a aprovechar los planes de precios actuales antes de que entren en vigencia los cambios. Una vez más, se trabaja para controlar las variables que se pueden y así minimizar el impacto de las variables que están fuera de nuestro control. Si se hace esto de manera constante, el impacto positivo en los clientes y en la organización será considerable.
Según el autor Stephen Covey, hay tres constantes en la vida: cambio, elección y principios. Si el optimismo es un principio rector dentro de tu empresa, tus equipos estarán mejor preparados para enfrentar los cambios inesperados y tomar decisiones que generen resultados positivos. Con el tiempo, estos resultados acumulativos construirán una empresa sólida, tanto internamente para los empleados como externamente para los clientes, socios y todas las personas que interactúan con el negocio.